sábado, diciembre 10, 2005

Tropezando por el Carrer del Petritxol


Comenzando mi sexto día como barcelonés, me angustia la rapidez con que se suceden los días y me fascina la posibilidad de seguir disfrutando de esta ciudad.


El Passeig de Gracia, El Rabal, El Born, el barrio gótico y sus locas arquitecturas, cada rincón de este corazón del mediterráneo me incita a qedarm, me demuestra pq aqi calienta el Sol cn más fuerza y m llama, m llama al recoveco más profundo de mi ser para brotar y florecer. Pero para eso aún falta mucho, tanto diría yo que prefiero disfrutarla como si d un caramelo se tratase y seguir caminando sin miedos. Adoro esta ciudad, vendré para qedarm!

martes, diciembre 06, 2005

Rambla pa kí, Rambla pa ya


El espejo se vuelve hacia el Mediterráneo. En Casademonch el ambiente es distendido y cómodo. Cuando cruzas la península sobre un oceáno de nata montada para pasar unos días en buena compañía, reflexionas sobre como avanza el tiempo, sin piedad para la melancolía. Compostela representaba la más elevada de las aspiraciones, hoy es una prisión que ahoga mi aliento. Supongo que será una especie de acto reflejo, una respuesta contra la permanencia del ser y por el devenir de la existencia, una sed implacable, curiosa, insaciable por naturaleza. Barcelona parece un nuevo El Dorado, espero q así sea aunque dicen que uno es feliz allí donde quiere por lo que lo mejor será contener la fuerza de la imaginación y transformarla en compromiso por los sueños. Aún no he visitado la ciudad en condiciones (todo a su tiempo), pero Barcelona ya me ha tocado por dentro. Ah, por cierto, estaré aquí todo el puente, ya os iré mostrando.