lunes, julio 10, 2006












El banquete del Lido. En ocasiones soñar es tan sencillo como abrir los ojos.

El sino del caracol













Mi rastro es baboso y mi caminar tedioso. Nâo tenho direito á saudade, fuja por onde fuja levo o lar sobre as costas. Este es el sino del caracol, llegar tarde o morir por la vorágine de un chiquillo que lo aplasta con sus piecitos.

En ocasiones me siento caracol, sobretodo cuando debo huir.

jueves, julio 06, 2006

A Ortigueira me voy!!

Ya ha pasado un año y parece que recogimos ayer el chiringito. Vuelve Ortigueira y con ella vuelven las noches de amistad y jolgorrio. Dicen que el año pasado llegaron a reunirse 100.000 personas: realidad o ficción? Yo estuve allí y me da lo mismo la cantidad, es una fiesta que hay que vivir.Hay quien dice que por ser un festival de música folk no tiene tanta repercusión, pero lo que está claro es que entre los gallegos, por lo menos, se ha convertido en fiesta nacional.

Volveré de entre los pinos? Quien sabe si aún no estoy perdido entre ellos. Por si acaso dejo otra foto del viaje, que aunque no tenga muxas todavía prometo ir actualizando este verano con periodicidad(Abel, Charly mandadm las fotos o si no Zapiekanka con pelmeni para todos!).














Q lejos y q cerquita al mismo tiempo!!

miércoles, julio 05, 2006

Como una gota de agua


























Aquí estoy en medio de la oscuridad creciente, preparando el último examen de un curso cargado de tribulaciones y deseos. Cuando preparas un examen de música más del 50 por ciento está en escuchar la melodía y la armonía dejando que absorvan cada milímetro de tu piel. Pues haciendo un descanso en la labor uno aprovecha desde el ordenador de mi gran amigo Jaime para echer un vistazo al espejo mientras un Preludio de Chopin titulado La gota de agua lo surca de lado a lado. Es como contemplar una fisura en el espíritu que no deja herida pero cicatriza con su húmeda huella (ou ronsel en galego, que bonitas lembranzas de Manoel Antonio). Y con el teclado en las rodillas, simulando un piano ortográfico, echo la vista atrás y entre la sonrisa y la lágrima recuerdo lo bueno y lo malo. Sólo espero que este Ortigueira sea un borrón y cuenta nueva.


Delirio y lamento del romántico

¿Quien me acompaña a pasear por los infiernos de Dante?

Una gota de agua, que es mi alma.

Cuando repiquen las campanas, todo habrá terminado.

Así pierdo el tiempo,

escuchando a Chopin en mitad de la noche

como George Sand bajo la luna de Mallorca.

Otra calada a mi agonía desde el pupitre.

Remordimiento y Voluntad.

- Chofff!