martes, junio 02, 2009

La comisura del lamento

Ya sé que no me quieres.

Puede que no lo recuerdes pero me lo me has dicho ya demasiadas veces.

No te lo reprocho (el amor, jamás),

tú me lo advertiste.

Nos cruzamos en un momento y en otro nos disiparemos.

Seré un recuerdo en tu vejez, una mancha en tu piel tostada.

Pero no aún, no si aún puedo evitarlo.

No quiero despedirme de tus labios todavía.

Tus mordiscos siguen en mi piel,

el mar aún baña la orilla.

Dime negrita, ¿Volverás a sonreir?

Espero bien que sí,

si no ya no podré evitarlo.