viernes, noviembre 28, 2008

Farewell


We'll meet again in Arizona, man!! Take it easy!

martes, noviembre 25, 2008

Ausencia y Pasión

Si te llevara el olvido
allá donde los sueños se pierden;
si te esfumara la mañana
como se disipa su niebla;
quizá entonces,
(tránsito trascendente)
se encogería el espíritu para exprimir gota a gota
su esencia,
anhelo perpetuo de las mil tardes
pendientes por pasear,
en las que tomando tu mano
volaramos bien lejos
por encima de tejados y avenidas dejando atrás la ciudad
(prisión de nuestras vidas)
hasta alcanzar la mar,
el sosiego
en el que las olas, rumor perpetuo,
te susurrarán su emoción contenida,
calma y dolor por la perenne ausencia
de todos los amados que fueron
y nunca volvieron.

<< Contempla lo insondable,
-voz profunda del Océano-
el lugar donde los corazones en paz,
lecho de coral y vida
tras las verdes pupilas translúcidas
que te reflejan
donde jamás antes alcanzó la luz.>>

Ahora seamos,
en el acantilado de la vida
desde el cual se contempla (en unidad)
una promesa,
nuestra promesa salada bajo su manto infinito,
recuerdo oculto de inquietudes propias
por si te llevara el olvido.







J. La Vía Láctea

lunes, noviembre 24, 2008

Latido del Mar

Tiento al futuro, y pienso

cuanto será el gozo

de compartir

contigo

felicidad, miseria y destino.



Ni el dolor más desaprensivo

me separaría de ti,

clavel escondido:

mi reposo

sólo en tu pecho abierto,

oculto a las urracas,

entregado, desprendido.



Cada corazón tiene dos hemisferios.

uno, artificial, estupendástico

arpegio que se embadurna

en vacíos afectos,

anhelos, vanidades.

El otro es el indivisible,

vergonzoso, doliente, callado;

hierro forjado en el desasosiego

que se fundió en ti

para no sufrir más

y fluir por entre tu cuerpo

como la espuma del mar

cuando acaricia la orilla

de tu desnudez.



Seguiré tus pasos

más allá del cabo,

donde se acabe la infancia

y alcance la madurez,

sendero irreversible

en el que morir para dar fruto,

como la semilla del árbol

en el despertar de una nueva vida.

J. La Vía Láctea