martes, marzo 30, 2010

9:36 A.M.

- Butano!! Butano!!
El minutero sesga el tiempo
cercenando todo lo onírico,
ensoñaciones de vigilia
colándose por el lavabo.
Otra mañana y al hoyo me escupe
el cinismo, mi comodidad.
Alcantarillas
en el techo,
perspectiva de rata al súbito despertar;
hacinado en un vagón por las arterias de la ciudad
surco el Hades con Pessoa:
huele a colutorio y a prensa gratuita;
hay miradas pudorosas, arrepentidas de ser
que se cobijan entonces en el dolor de un acordeón búlgaro,
libre y auténtico como la más pura de las voluntades.

Ríos bajo la urbe
en secuencia de carga y descarga:
somos fuentes de energía perecedera al fin
y al cabo.
Como en una periódica subida hacia el Patíbulo
cada mañana,
camino del trabajo,
trato de extrañar todo aquello que formó parte de mí,
pero que ya no me pertenece,
enajenado ya y por siempre
en la vorágine del hormiguero universal.

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